Lo figurativo, la cubanía tocada de cerca en aspectos sociales y de masas, el humor picaresco y en algunas formas ingenuo y morboso, dejan su huella en estos trabajos realizados entre 1994 y 1995.
“Multitudes”, he nombrado así esta muestra, puesto que estas obras abarcan más allá de un sentido monotemático, situándose más bien en una atmósfera abigarrada y llenas de mensajes y color.
Espero que les transmita lo mejor de si.
Carlos Vázquez
Incitar a la reflexión, sumir al espectador en profundas meditaciones sin evitar para ello que afloren a sus labios múltiples sonrisas constituye sin duda alguna la premisa fundamental de multitudes, obras brotadas de las manos de un joven creador que decide adentrarse en el complejo mundo del arte sin tocar a las puertas de la academia.
La problemática social cubana y el hombre como personaje protagónico de la misma se alzan como tema de esta muestra donde Carlos utiliza con singular desenfado el óleo, el acrílico y la pasta de papel. La figura humana nos la presenta en unos casos intencionalmente acortadas destacando sus rostros un tanto deformes y geométricos con una marcada dosis expresionista, en otros la representa pequeñita y sugerente con un cuidadoso trabajo artesanal, a esto une la viveza del color y sus disímiles degradaciones, el trabajo de los planes, el abigarramiento compositivo, la huella del arte primitivo, evidenciando toda una exploración formal que apunta hacia una búsqueda consciente de una original forma de expresión conceptual.
Carlos no desconoce que aún le quedan múltiples caminos por recorrer en este intrincado mundo del arte, pero estamos seguros que él sabrá salir adelante, mientras tanto disfrutemos de estas refrescantes multitudes.
Ana Belkis Rivero